jueves, 15 de julio de 2010

la África del Waka Waka

A todo esto, otra vez es verano y me he acordado del pequeño sitio donde puedo decir de todo. Aunque tampoco es esa la cuestión. El problema de hoy es el waka waka.



Sí, vaya tontería. Pero la canción en sí no me ha inspirado para secuestrar el teclado; ha sido cierto grupo del tuenti llamado "África NO es el waka waka", con todo el respeto hacia la gente que forma parte de él. Es más: estoy perfectamente de acuerdo con lo que defiende, pero con un pequeño matiz que me echa para atrás; una vez más, en cuanto a política.

Y en lo que concierne al mensaje del grupo, es que obviamente el continente africano no consiste en "un montón de negritos monísimos bailando" (¡qué bonito sería aquello!) proporcionando datos relevantes, a la vez que escalofriantes. No obstante, el matiz del que hablaba era el hecho de que se escribe que tal imagen como la de la canción del Mundial es una herramienta política para distraer a la gante de la masacre que se esta viviendo en la cuna de la humanidad. Yo aquí dije: fail.

Sí sé que los políticos en general son unos mentirosos y unos cabrones, pero a lo mejor también podríamos hacer algo en lugar de quejarnos de cualquier cosa echándoles la culpa a los susodichos personajes. Bien, punto uno: observemos el fenómenos waka waka desde otra perspectiva.


Dejemos de lado ese desprecio por la generalización; como la cantante colombiana no diferencia entre países y continentes, yo tampoco lo haré. A lo mejor a la que se refiere la cancioncita es a ésto de aquí al lado. Yo por lo menos creo que así es. Y por ello mismo, no creo que se trate de un engaño negativo de los ciudadanos del Primer Mundo. Es más: cualquier repercusión que pueda tener tal promoción del Tercer Mundo sería en todo caso de carácter turístico, y por ello de gran valor económico para los países anunciados. Si los más ignorantes, y, por casualidad, los más adinerados tienen que llevarse algún día alguna imagen de aquellos países, más vale que sea positiva: así por lo menos se patrocinarán algún viajecito que servirá de una pequeña inyección de capital para el lugar de destino.

¿Se entiende? Vamos, que en vez de ser malpensados, consideremos la mejor de las opciones, como hacen todos aquellos que reinventan en sus mentes un milagro económico para África. ¿Que los Gobiernos mas poderosos proporcionen ayuda a los más desfavorecidos? Sí, claro. Yo también tengo esa expresión risueña cuando escucho Imagine de John Lennon, pero creo ser lo suficientemente realista como para saber que tal cosa no va a ocurrir nunca.

Por ello, ¿no es mejor optar por la publicidad (engañosa, ¿cómo no?)? Y sí no, ¿en qué consistió el milagro económico español? Una imagen llamativa pronto se convierte en el objeto codiciado por todos los que se lo pueden permitir. Es una manera de reinventar la economía a base de algo nuevo (¿el turismo, tal vez?). Los Juegos Olímpicos, Campeonatos, Eurovisiones, las Expos y demás eventos internacionales no son sólo lo que aparentan ser: detrás existen muchas, muchas, demasiadas inversiones en el sector terciario que pueden reestructurar la economía. Sólo hay que encontrar a quien quiera hacerlas.

Porque sabemos perfectamente que la cooperación es algo idílico, pero muchas veces caemos en el error de pensar que los demás son como nosotros. Y no. Luego nos dedicamos a verter nuestra frustración en la tan pésima política que lleva nuestras vidas, pero no siempre es sólo culpa suya. Pero lo primero que deberíamos tener en cuenta es que siendo unos teóricos del inconformismo radical vamos a conseguir aún menos. O dejamos de ser teóricos, o dejamos de ser inconformistas y nos apañamos con lo que hay.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

:cumpla esta entrada la función catártica

Vale, tengo la impresión de no tener que dar explicaciones. Estas son las confesiones de una persona con una indentidad nacional frustrada:

En fin, siempre veré mi vida como partida en dos: la de allí y la de aquí. La que viví desde el 2 de diciembre de 1992 hasta un cierto día del verano del año en el que yo iba a cumplir 10 años, y la que he vivido desde aquel momento hasta hoy día. La vida que tuve en Polonia y la que tengo aquí.

Podría suponer que lo que experimenté en aquellas "tierras lejanas" tampoco tenía que haber repercutido en mi personalidad tanto, puesto que no me acuerdo de la mitad. Pero no. Puede que dentro de unos años haya vivido más de la mitad de mi vida en Murcia, pero jamás podré considerarme española; jamás podré dejar de sentir nostalgia al pensar en la cultura polaca.

Sí, es nostalgia, no es "echamiento" de menos; es algo más sutil y a la vez, más profundo. Creo haber superado el echar de menos a mi familia; de hecho, que le siente a mi familia como quiera, pero no los echo tanto de menos. Porque mi familia es mi familia, podemos llevarnos como nos dé la real gana.

Me siento más de allí que de aquí cuando contemplo el arte o estudio historia, por ejemplo. A mí no me "llega" como ciudadana la época franquista o ningún otro acontecimiento histórico que haya afectado a España (sí me llega como persona, tampoco soy a-sentimental); pero sí me toca las narices la ocupación nazi o la época del comunismo. Al igual que me siento identificada con el arte polaco; aunque sean la música. Un ejemplo de ello, una canción preciosísima:



Y he ahí mi frustración: que no me siento lo suficientemente polaca como para defenderlo. Me pasa muchas veces, me siento demasiado ignorante como para hablar de algo. Me siento demasiado ignorante para hablar de una experiencia que realmente no he vivido.

Podría poner millones de ejemplos de casos particulares en los que no me atrevo a defender algo (llamémoslo "ideas", aunque en realidad se trate de manifestaciones nacionales). La principal razón es que siento que esas ideas me pertenecen a mí, pero yo no pertenezco a ellas, suponiendo que ese sería el caso más claro de una relación que llevaría al sentimiento de identidad nacional.

Por ello, me paro a deleitarme con lo que me puede proporcionar aquel país en silencio. Claro, delante de un no-polaco puedo defender todo lo polaco. Pero a los ojos de un polaco no soy plenamente de su plebe. También es verdad que "paella, tortilla and bulls are very good, ¡olé!" pero que jamás me sentiré española.

Yo disfruto de ese gran privilegio que me ha supuesto poder conocer una cultura ajena a la mía tan profundamente, pero es que... yo no conozco la mía. Una vez mi madre me preguntó que si me arrepentía de haber venido a vivir aquí; mi respuesta fue "No, desde luego que no, pero me gustaría haber experimentado una adolescencia polaca". Esa fue una pequeña parte de lo que siento, una metáfora que en realidad esconde muchísimo más. Y me siento sola, yo en mi confusión, dándome cuenta de la importancia de una identificación para los seres humanos.

También, más de una vez me he preguntado en las clases de historia cómo todos los griegos, italianos y alemanes (unos pocos ejemplos) se pusieron todos de acuerdo en que eran de la misma nacionalidad. Resulta que mi pregunta es absurda para una persona cualquiera que ha vivido toda su vida en un mismo país, porque un alemán es un alemán porque sí, mientras que yo seguiré sin saber cómo lo hicieron.

No es nada relevante para la humanidad, pero tenía que vomitarlo.
A ver si alguien me responde a cómo lo hicieron.

miércoles, 8 de julio de 2009

hallelujah sonando a Ofelia

"I heard there was a secret chord;
you played and it pleased the Lord,
but you don't really care for music,
do you?"
Hallelujah, Leonard Cohen
Con estos versos comienza la primera estrofa de Hallelujah. Expresión hebrea, esa canción que en la forma y el fondo no tiene que ver con la Biblia y que fue interpretada por los mejores artistas. Entre ellos estuvo Jeff Buckley.

Lejos de ser una interpretación a lo American Idol, aunque es verdad que la canción permite presumir de voz si uno la tiene, es limpia y emotiva.


Un cover de una canción de Cohen. No parece gran cosa, doscientos artistas más lo hicieron; sin embargo, algo tuvo que tener para obtener un éxtio tan grande como para aparecer en el puesto #259 de la lista "The 500 Greatest Songs of All Time" de la revista Rolling Stone, donde se resume el legado del buen rock de autores como Bob Dylan, los Beatles, los Rolling Stones, Led Zeppelin, Beach Boys y otras leyendas.

Sin embargo, hay una gran diferencia entre Buckley y los demás. Por ejemplo, en la lista aparecen varias canciones de distintos discos de Led Zeppelin: Stairway to Heaven (#31), Whole Lotta Love (#75), Kashmir (#140), Black Dog (#294), Heartbreaker (#320) y Ramble On (#433). Canciones compuestas por los componentes de Led Zeppelin. Pero "Hallelujah" original es de Leonard Cohen, y en la lista tampoco aparecen más canciones de Jeff Buckley. Aunque pueda parecer todo lo contrario, son dos razones más para adorar el trabajo de este californiano.

Por una parte, deshace el prejuicio de que las segundas versiones o partes nunca fueron buenas. Más allá de las cuestiones de gustos, es bien sabido que no es la misma "la Chica de Ayer" de Enrique Iglesias que la de Nacha Pop. Pocos han sido los casos en la historia de la música en la que los covers fueran igual de admirables que las canciones originales, siendo los más conocidos "Knocking on Heaven's Door", original de Bob Dylan y el cover de Guns n'Roses, y "Whiskey in the Jar", una canción popular irlandesa interpretada por Metallica. "Hallelujah" también fue uno de esos casos.

Por otra parte, no aparecen otros trabajos de Jeff Buckley en la lista. Tampoco había de donde sacarlos. Jeff Buckley grabó un único disco. Grace, porque así se llama, fue el primer y último CD grabado antes de la trágica muerte del cantante el 29 de mayo de 1997. Murió ahogado en el Wolf River Harbor en Memphis, después de que decidiera bañarse en el río completamente vestido y cantando "Whole Lotta Love". A diferencia de otras estrellas de rock, la autopsia reveló que las drogas no tuvieron influencia alguna en el acontecimiento. Murió a los 30 años.

A pesar de que considerar la lista de Rolling Stone y las canciones de Buckley pueden someterse al juicio de cada uno, muchos son los que reconocieron el talento de este músico. PJ Harvey canta "In Memphis / die suddenly / at a wonderful age / we're ready to go", mientras que la canción de Rufus Wainwright "Memphis Skyline" fue inspirada en el por completo:
"then came hallelujah sounding like Ophelia,
for me in my living room,
turn back and you will stay
under the Memphis Skyline."

Y yo aveces me pregunto si es casualidad que gente como él muera tan temprano.